CÓMO AHORRAR EN LA FACTURA DE LA LUZ Y EL GAS CON UN BUEN AISLAMIENTO TÉRMICO
Aproximadamente un 99% de las viviendas no cuentan con los aislantes térmicos adecuados, lo que provoca pérdidas de calor que a su vez dan lugar a un mayor gasto de recursos energéticos y un aumento en la factura de la luz y el gas. Como afirma Danosa en su estudio sobre el consumo energético, entre un 50% y un 65% de la energía consumida en un bloque de viviendas se podría ahorrar si el edificio contase con un buen aislamiento térmico en fachada y cubiertas.
La importancia del aislante térmico para ahorrar energía
De los gastos totales que una familia tiene en el hogar, el gasto energético supone un 13%, lo que acentúa la importancia del aislamiento térmico para un buen aprovechamiento de los recursos energéticos.
En la construcción sostenible está considerado como uno de los sistemas pasivos más importantes para el ahorro de energía. Cuando se trata de viviendas antiguas, los beneficios van del ahorro en la factura, al mayor confort en la estancia, pasando por un entorno más sano y terminando con una revalorización de la vivienda.
Materiales aislantes
Conseguir mejorar la envolvente térmica de los edificios y viviendas pasa por elegir los materiales aislantes adecuados. En el mercado existe una amplia variedad, pero los idóneos para ahorrar energía y aislar una habitación, tanto del frío como del calor, son los siguientes:
• Aislantes ecológicos o naturales. Los productos ecológicos respetan el medio ambiente y son reciclables, biodegradables, no contienen aditivos y cumplen su función de aislante térmico. Entre los más comunes nos encontramos con el corcho, el lino, la celulosa, la lana de oveja o la fibra de coco y algodón.
• Lanas minerales. Es un elemento muy utilizado gracias a su versatilidad y eficacia, ya que actúa como aislante térmico, acústico y ofrece una elevada protección contra el fuego. Se puede encontrar en forjados, fachadas, suelos, falsos techos, tabiques, conductos de aire y cerramientos exteriores.
Las lanas minerales pueden ser de dos tipos: lana de roca o mineral (SW) y lana de vidrio (GW).
• Aislantes sintéticos. Son aislantes muy efectivos que proceden del plástico, de polímeros del petróleo y de otros minerales sintéticos. Los más utilizados son el poliestireno expandido (EPS), el poliestireno extruido (XPS), el poliuretano y los rollos reflexivos.
• Poliestireno extruido (XPS). Es un aislante resistente al agua y duradero, perfecto para terrazas y azoteas.
• Poliestireno expandido (EPS). Se utiliza más para tabiques, gracias a la mayor versatilidad que el extruido. En EPS y el XPS se diferencian en su aplicación.
• Espuma de poliuretano. Posee un buen coeficiente de conductividad térmica, además de no absorber humedad. Durante años fue el aislante térmico más utilizado.
¿Qué características deben cumplir los materiales aislantes?
1. Normativa europea UNE-143030. El producto elegido debe cumplir con la normativa para productos aislante térmicos para equipos en edificación e instalaciones industriales.
2. La resistencia térmica. Es la resistencia del material al paso del calor y se mide con el valor-R, cuanto mayor sea el valor, más capacidad térmica.
3. La reacción al fuego o combustibilidad. Este tipo de materiales no son productos ignífugos, pero algunos como la lana mineral, la lana de roca y la lana de vidrio son materiales no combustibles sin contribución al fuego.
4. Durabilidad. Es importante conocer durante cuanto tiempo el producto conserva todas sus propiedades sin realizar mantenimiento.
Sistemas de aislamiento térmico
Las opciones para mejorar el aislamiento de la fachada cuentan con diferentes sistemas que, en función de las necesidades de cada hogar, se podrá aplicar uno u otro.
SATE o Sistema de Aislamiento Térmico Exterior
El sistema de aislamiento térmico exterior se utiliza tanto para edificios nuevos como antiguos y consiste en aplicar un revestimiento de mortero aislante protegido con mortero mineral -realizado a base de materiales áridos aislantes y elementos minerales que reducen la conductividad térmica en un 50%-.
El SATE es el método más utilizado, ya que cuenta con numerosas ventajas: el mantenimiento es mínimo, ayuda a reducir los ruidos exteriores, elimina las humedades, evita la corrosión y se puede aprovechar para rejuvenecer la fachada al mismo tiempo.
Por el contrario, este sistema modifica la estética del edificio, por lo que se debe avisar a la comunidad de la obra y esta debe ser aprobada en junta. Además, si no se realiza de manera correcta puede provocar oxidaciones y corrosiones.
Sistema de aislamiento exterior con fachada ventilada
Para utilizar este sistema se debe fijar a la fachada exterior una estructura metálica, a través de ella se fijará la capa de aislante térmico y una hoja de protección que forma una capa de aire ayudando a reducir los puentes térmicos.
Con este sistema aislante se conseguirá eliminar los puentes térmicos, mejorar el aislamiento acústico, eliminar las humedades, evitar la corrosión y, sobre todo, sus obras no afectan al interior de la vivienda.
Si algo malo se puede decir de la fachada ventilada es que es un sistema más caro que el SATE, requiere de un mayor mantenimiento que el anterior y aporta un mayor volumen a la fachada.
Aislamiento en la cámara de aire
Este método consiste en insuflar mecánicamente nódulos de lana mineral en las cámaras de aire de la pared -de al menos 4 centímetros-. La lana mineral es un excelente aislante térmico y acústico para la rehabilitación de buhardillas que mejora la eficiencia energética de la vivienda. Además, es un producto sostenible compuesto por material reciclado a más del 50% y reciclable al 100%, que no desarrolla microorganismos al ser un material inerte.
Este sistema puede ser utilizado desde el interior como desde exterior de la vivienda. Destaca ya que su instalación es fácil, rápida y económica.
Trasdosados, sistema de aislamiento
Este sistema de aislamiento consiste en que sobre la pared de la vivienda se coloca una estructura metálica que sirve de soporte para colocar un trasdosado -material aislante- o lanas minerales, poliestireno expandido, etc. Una vez colocado, se cubre de nuevo la pared.
Este sistema que se instala desde el interior de la vivienda requiere poco mantenimiento y mejora, además, el aislamiento acústico.
Al utilizar este sistema se perderán unos cinco centímetros en el interior de la vivienda y, además, no resuelve los puentes térmicos.
Sistemas aislantes en puertas y ventanas, cómo mejorar el aislamiento
Las pérdidas de calor en una habitación a través de puertas y ventanas mal aisladas suponen entre un 10% y un 15%. Mejorar el aislamiento térmico de todos los elementos susceptibles de pérdidas de calor supone una reducción en el uso de otros sistemas de climatización como aire acondicionado o calefacción.
Algunos sencillos trucos para mejorar el aislamiento de puertas y ventanas, además de optar por doble acristalamiento, consisten en instalar diferentes elementos como burletes, mantas aislantes o reflectores.
- Burletes aislantes en puertas y ventanas. El burlete -generalmente espuma plástica, siliconada o de goma, pero también se utilizan de tipo cepillo- impide las infiltraciones de aire del exterior, lo que mejora la climatización de la estancia tanto en verano como en invierno.
- Mantas aislantes en la caja de las persianas. Esta manta colocada dentro de la caja de las persianas reduce el flujo del aire y la pérdida de energía.
- Reflectores en el radiador. Este sistema es perfecto para viviendas antiguas, ya que los edificios de obra nueva suelen contar con un espesor mayor de aislamiento en los muros. Un reflector de radiador es una lámina de aluminio autoadhesiva que se debe colocar entre la pared exterior y el radiador, y así evitar la conocida como ‘pared fría’.
Con los consejos mencionados anteriormente conseguirás un hogar eficiente y confortable que reducirá las pérdidas de calor y las infiltraciones de aire en invierno, pero también la entrada de aire caliente y el recalentamiento en verano.
Para terminar queremos hacer especial énfasis en las ventajas del aislamiento térmico, ya que una buena manera de reducir el gasto energético en los hogares pasa por mejorar dicho aislamiento en fachada, puertas, ventanas, suelos y cubiertas. Como explicamos en puntos anteriores, aislar de manera eficiente la estancia reducirá en un 30% la factura energética al evitar las pérdidas de calor y frío. Además del ahorro en el gasto del hogar, no debemos olvidar que una casa aislada térmicamente aporta bienestar, confort y ayuda a reducir las emisiones de CO2. Como ves, con el aislamiento térmico todo son ventajas. En CIR62 contamos con una amplia variedad de aislamientos adaptados a cada necesidad.
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